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0 comments | lunes, 10 de diciembre de 2007

El día 23 de agosto de 2007, me llamó la atención un artículo del Diario Mediterráneo de Castellón que decía: “Castellón detecta 22 casos de abusos sexuales a menores”.
Como madre y como maestra de Primaria, me sorprendió tanto el artículo, que empecé a indagar en el tema y ahora me gustaría compartir con todos vosotros, padres, madres, amigos y familiares de menores, unos conocimientos básicos y necesarios sobre el tema para tratarlos con los niños y poder detectar posibles causas de abusos sexuales.

Se reportan más de 80.000 casos al año de abuso sexual a los niños, pero el número de casos que no se reporta es aún mayor, ya que los niños tienen miedo de decirle a alguien lo que les pasó, y el proceso legal de verificar los informes es difícil. El problema debe de ser identificado, debe de ponerse fin al abuso y el niño debe de recibir ayuda profesional. El daño emocional y psicológico a largo plazo puede ser devastador para el niño.

El abuso sexual a los niños puede ocurrir en la familia, a manos de un padre, un padrastro, hermano u otro pariente; o fuera de la casa, por ejemplo, por un amigo, la persona que lo cuida, un vecino, un maestro, o un desconocido. Cuando el abuso sexual ha ocurrido, el niño puede desarrollar una variedad de sentimientos, pensamientos e ideas angustiantes.
No hay niño preparado psicológicamente para hacerle frente al estímulo sexual repetitivo. Aún los niños de dos o tres años que no pueden saber que la actividad sexual es "incorrecta", desarrollarán problemas como resultado de su inhabilidad para hacerle frente a la sobre-estimulación.
Estar alerta
Estar alerta, entonces, es fundamental, ya que un niño sometido a amenazas difícilmente revelará esta situación a sus padres, especialmente si se trata de familiares o conocidos. Esto porque cuando el abusador es cercano al pequeño, lo seduce y manipula para que no cuente lo que está pasando.
Psicólogos expertos en abuso infantil afirman que “no se puede confiar en que los niños tomen resguardos o sean capaces de discriminar situaciones de peligro, sino que como padres tienen que estar siempre atentos a lo que les ocurre”.
Cómo prevenir el abuso
La mejor estrategia de prevención es, entonces, mantener una relación cercana con los hijos, para que distingamos si les pasa algo y ellos confíen en nosotros para hablar de eso. También es importante supervisar a nuestros hijos, no dejarlos solos y conocer a las familias de sus amigos o compañero
Además es conveniente enseñar a nuestros hijos a autoprotegerse a medida que van creciendo, para que así ellos sean capaces de evitar ser victimizados si un adulto trata de involucrarlos en conductas sexuales.Y la edad preescolar es un buen punto de partida.
Pertenencia del cuerpo:Desde los 3 años en adelante es perfectamente posible enseñar todo lo relativo al propio cuerpo, a conocerlo y valorarlo. Es importante ayudarlo a conocer las partes del cuerpo, aprovechando instancias como el baño o jugar a bañar una muñeca, mirarse al espejo, etc. Así como el niño aprende que tiene una cabeza, brazos, piernas, también aprende que tiene pene o vagina. No es necesario centrar demasiado la conversación en los genitales, sino que esto debe enmarcarse en el conocimiento global del cuerpo.
Zonas privadas:A medida que el niño va creciendo y va tomando conciencia de las normas sociales que prohíben el exhibirnos desnudos, podemos enseñar que esas partes no las mostramos porque son especiales e íntimas. Si bien es importante transmitir la naturalidad, también tenemos que enseñarles lo que es el pudor.
Cariños buenos y malos:El concepto de contactos físicos adecuados e inadecuados, es muy complejo y difícil de entender en los preescolares. Se puede explicar que nadie puede tocar sus partes privadas, aunque sea un tío, primo o hermano, pero es mejor ayudarlos a entender que ninguna persona mayor puede obligarlos a guardar un secreto y que siempre es importante que recurran a sus papás cuando les pase algo.
A partir de la edad escolar se pueden enseñar conductas más específicas, tales como:Decir No: Implica negarse a las insinuaciones o aproximaciones sexuales de un adulto. No obstante, como papás debemos considerar que esto es difícil para el niño por la diferencia de tamaño, fuerza, edad y experiencia que existe con el abusador. De este modo, es algo que no podemos exigir porque si no lo logra, el niño se va a sentir culpable.
Revelar el abuso:
Contarle a alguien lo que está ocurriendo. Muchas veces en el niño no hay señales físicas de abuso sexual. Algunas señales sólo pueden ser reconocidas mediante un examen físico por un médico.



Los niños abusados sexualmente pueden desarrollar los siguiente síntomas:-interés poco usual en, o el evitar, todo lo de naturaleza sexual.-problemas con el dormir o pesadillas.-depresión o aislamiento de sus amigos y familia.-comportamiento seductor
-decir que tienen el cuerpo sucio o dañado, o tener miedo de que haya algo malo en sus genitales.-negarse a ir a la escuela.-delincuencia/problemas de conducta.-secretividad.-evidencia de abusos o molestias sexuales en sus dibujos, juegos o fantasías.-agresividad rara o poco común.-comportamiento suicida.
Qué hacer ante una sospecha
En caso de suponer que el niño fue abusado, la recomendación de la profesional hacia los padres es prestar atención a cambios ocurridos en el comportamiento del niño, tales como, agresividad, inhibición o sensibilidad extrema, además de baja en el rendimiento escolar, desinterés o rechazo inexplicable frente a los estudios o inusual mal comportamiento en la sala de clase.
Otros indicadores a tomar en cuenta son la aparición de comportamientos que no guardan relación con la edad del niño en materia sexual y que el niño esté al tanto de información de tipo sexual que no puede haber adquirido por sus propios medios.

También los padres pueden prestar atención a si en los juegos, sus hijos erotizan algunas situaciones y, si en otras ocasiones presentan masturbación compulsiva, es decir, que sea muy frecuente e interfiera con las actividades propias de la infancia. Estar atento a los dibujos que realizan los pequeños en casa o en el jardín infantil también es útil, ya que es frecuente que reflejen en ellos lo que les sucede.


Cómo actuar si el niño revela un abuso

Se debe:
- Intentar guardar la calma.
- Creer en el niño.
- Decirle que no es culpable.
- Expresar orgullo por haberlo contado.
- Hablar de lo ocurrido.
- Respetar su ritmo.
- Asegurar su protección.

No se debe:
- Sobrerreacionar o desesperarse.
- Dudar de su relato.
- Responsabilizarlo.
- Enojarse o retarlo.
- Eludir el tema.
- Presionarlo a que cuente detalles.
- Hacer "como si nada".

Consecuencias
El niño que es víctima de abuso sexual prolongado, usualmente desarrolla una pérdida de autoestima, tiene la sensación de que no vale nada y adquiere una perspectiva anormal de la sexualidad. El niño puede volverse muy retraído, perder la confianza en todos los adultos y puede llegar a considerar el suicidio.
Algunos niños que han sido abusados sexualmente tienen dificultad para establecer relaciones con otras personas a menos que estas relaciones tengan una base sexual. Algunos niños que han sido abusados sexualmente se convierten en adultos que abusan de otros niños, se dan a la prostitución, o pueden tener otros problemas serios cuando llegan a adultos.
Los niños que han sufrido abusos sexuales y sus familias necesitan evaluación y tratamiento profesional inmediato. Los psiquiatras de niños y adolescentes pueden ayudar a los niños que han sido abusados a recuperar su sentido de autoestima, a sobrellevar sus sentimientos de culpabilidad sobre el abuso, y a comenzar el proceso de superación del trauma. Estos tratamientos pueden reducir el riesgo de que el niño desarrolle serios problemas cuando llegue a adulto.Consulte con un experto en el tema.




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